El fin del berlusconismo por PAOLO FLORES D’ARCAIS. 21-11-2011



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La nueva Tangentópolis por EZIO MAURO



Calabria, la mafia y los subsaharianos por ANTONIO NICASO



recompensa

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Edwards me dijo que en el CIC sabían perfectamente que Fortuna era un lugarteniente de Vito Genovese y me hizo un resumen biográfico de éste. Según él, Genovese no era como indicaban nuestros archivos ex secretario de Al Capone, ni siquiera era siciliano, sino que había nacido en Resigliano, cerca de Potenza. Había sido el segundo jefe de una familia de la mafia neoyorquina dirigida por Lucky Luciano, añadió Edwards, y había ocupado la jefatura cuando encarcelaron a Luciano, tras lo cual había sido reconocido como el jefe de toda la Mafia americana. Había regresado a Italia poco antes de que estallara la guerra, para eludir la acusación de homicidio en los Estados Unidos; se había hecho amigo de Mussolini, y luego, cuando cayó el Duce, transfirió su lealtad al Gobierno Militar Aliado, donde se cree que ejerce el poder entre bastidores. Genovese controlaba a los sindacos de casi todas las ciudades en un radio de ochenta kilómetros de Nápoles. Cedía los chanchullos a sus seguidores, cobrando una cuota de todo, echaba migajas de favor a quienes le seguían el paso y siempre encontraba la forma de castigar a la oposición.
¿Qué había que hacer? Nada, contestó Edwards. El CIC había aprendido rápidamente a no meterse en ningún asunto en que interviniera Genovese, que intervenía en casi todos. Muchos oficiales americanos habían sido elegidos para la campaña italiana porque eran de origen italiano. Se contaba que por esa razón se adaptarían fácilmente al medio. Y al parecer lo habían hecho de maravilla. Los italoamericanos del AMG controlaban la situación y sabían cerrar filas cuando les amenazaban desde el exterior. Un agente americano del CID (Departamento de Investigación Criminal) que había caído en la cuenta de que el célebre Genovese controlaba prácticamenté Nápoles, decidió investigar sus actividades actuales; se vio enseguida aislado e impotente, y la única recompensa que había recibido por sus molestias fue quedarse sin ascenso. ¿Y podría aplicarse esta situación, a su entender, en el caso de cualquier británico que amenazara los intereses de Genovese? Edwards no lo sabía, y me sugirió que siguiera adelante y lo averiguara. Sería muy interesante ver lo que ocurría.

Norman Lewis. Nápoles1944.



El descaro del mercado negro corta la respiración. Las fuentes oficiales llevan meses asegurándonos que roban el equivalente al cargamento de un barco aliado de cada tres que llegan al puerto de Nápoles. La última historia que circula es que cuando se prepara un golpe a gran escala y es necesario despejar el puerto para manejar artículos voluminosos, alguien se encarga de que suenen las sirenas de ataque aéreo y de que las cortinas de humo móviles proporcionen su niebla, a cubierto de la cual acuden a hacer su trabajo las tropas de asalto del contrabando.
Los artículos robados se venden en la vía Forcella, y cerca de los juzgados (donde juzgan a diario por tenencia de artículos de los aliados a docenas de ladronzuelos independientes sin protección) pueden verse ahora expuestos descaradamente, colocados con buen gusto, adornados con cintas de colores, flores y etiquetas hábilmente escritas que anuncian la calidad de los artículos robados: COMPARE NUESTROS PRECIOS … PURA LANA AUSTRALIANA GARANTIZADA … Sl ENCOGE DEVOLVEMOS EL DINERO … PUEDE CAMINAR HASTA EL DÍA DEL JUICIO CON ESTAS ESPLÉNDIDAS BOTAS IMPORTADAS … SI NO VE EL ARTÍCULO EXTRANJERO QUE BUSCA, PÍDANOSLO Y SE LO CONSEGUIREMOS. Los sastres de todo Nápoles deshacen los uniforrnes, tiñen luego las piezas y confeccionan con ellas elegantes trajes civiles. Me han contado que aceptan encantados incluso los calzoncillos marianos del ejército británico, que a pesar del calor todavía llegan aquí; los tiñen de rojo y los convierten en lo último en traje de deporte.

Norman Lewis. Nápoles 1944.



18 de abril
. El mercado negro prospera como nunca. Según el boletín de la oficina de guerra psicológica, el 65 por ciento de los ingresos per cápita de los napolitanos procede de las operaciones comerciales con artículos robados a los aliados, y un tercio de todos los suministros y el equipamiento importados seguían despareciendo en el mercado negro. Todos los artículos de equipamiento de los aliados, salvo fusiles y municiones, que dicen que se venden bajo cuerda, se exponen claramente a la venta en el mercado de Forcella. Se indicaba que en la inauguración de la ópera de San Carlo, todas las mujeres de clase media y alta llegaron ataviadas con abrigos confeccionados con mantas militares robadas. Sería facilísimo rastrear los artículos hasta los ladrones originales. Cuando propuse formas y medios para hacerlo, el oficial superior me dijo que el mercado negro no es asunto nuestro.
En realidad, ya casi es de dominio público que funciona bajo la protección de los altos funcionarios del Gobierno Militar Aliado. Uno descubre pronto que por muchos subordinados que arresten y envíen a cumplir largas condenas de cárcel, quienes los emplean quedan siempre impunes. El jefe del gobierno militar es el coronel Charles Poletti, y con él trabaja Vito Genovese, que fue en tiempos jefe de la mafia americana y ahora es asesor suyo. Genovese nació en un pueblo cerca de Nápoles, ha seguido en estrecho contacto con el mundo del hampa, y es evidente que muchos de los sindacos de la Mafia-Camorra que han sido nombrados en las ciudades de los alrededores son candidatos suyes. Estos hechos, que antes eran secretos de Estado, son bien conocidos hoy por el napolitano medio. Pero no se hace nada. Por muchas denuncias que se presenten sobre las actividades de altos funcionarios del gobierno militar, ellos siguen donde están.
 La última historia que circula sobre “cierto funcionario de alto rango del Gobierno Militar Aliado” cuenta la jugarreta que le hizo la esposa de un conocido industrial. Por lo visto, este individuo había sido condenado a un año de cárcel por comerciar con artículos robados a los aliados. Su esposa fue al Beacon, el burdel más elegante de Nápoles, y pidió que le prestaran a la chica más inteligente del lugar. La vistió con su ropa más elegante, le puso sus joyas y le pagó 4.000 liras para que se hiciera pasar por ella, la esposa, y visitara al susodicho funcionario para suplicarle por la libertad de su esposo. La visita fue un éxito, y a los dos días, las verjas de la cárcel de Poggio Reale se abrieron para el industrial.

Norman Lewis. Nápoles 1944



perfidia

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Un vergonzoso ejemplo de la perfidia y de las injusticias de esta guerra que orquestamos entre bastidores: el general no ha sido capaz de superar el episodio de las dos bandas rivales que libraron una batalla por el derecho a saquear uno de nuestros trenes, ni se ha aplacado por la noticia de la captura del bandido Lupo. Un hombre no basta. Quiere detenciones masivas. Ayer convocó a los jefes de policía italianos y los amenazó con toda suerte de sanciones, incluidas acusaciones de sabotaje, si no conseguían resultados inmediatos. Dicen que los jefes de policía replicaron que sus fuerzas disponían de muchísimo menos personal del necesario y que tenían las manos atadas por los exagerados escrúpulos que demostraban los aliados en el asunto de la represión. Sólo podían garantizar los resultados si se les daba carta blanca para solucionar este problema a su modo. Así que hoy he participado como observador en una de las operaciones del nuevo estilo: una incursión en una guarida de bandidos realizada por una fuerza conjunta de los Carabinieri y la Pubblica Sicurezza, con la orden de conseguir resultados a toda costa.
En esta ocasión, las fuerzas combinadas eran unos cincuenta hombres, incluidos los mismos carabinieri que participaron en la operación de Frattamaggiore y el mismo comisario cara de hiena de la Pubblica Sicurezza, con su traje a rayas, granadas de mano “diablo rojo” y zapatos crujientes. Los campos en que entramos formando un círculo amplio que se fue estrechando gradualmente eran como el otro, cercados por inmensas parras, con casas como pequeños cubos grises y algún que otro pajar, donde los campesinos guardan los aperos y echan una siesta a la sombra cuando el sol aprieta más al mediodía. En uno de ellos encontraron a cuatro hombres armados. Se entregaron inmediatamente; los esposaron, los encadenaron juntos y se los llevaron. Ahora se plantea un problema: han hecho cuatro prisioneros y sólo pueden acusar a un hombre de bandidaje si pertenece a una asociación criminal de un mínimo de cinco personas. Así que los cuatro hombres detenidos, que por definición legal no eran bandidos, podían solicitar libertad bajo fianza casi con la certeza de que se les concedería. En este país hay cincuenta abogados por cada policía, y los abogados esperan ganar. Pero un bandido nunca puede quedar en libertad bajo fianza, y se enfrenta a una sentencia de cinco a treinta años.
La solución de este caso fue ir directamente al pueblo más próximo y detener a un individuo que tenía antecedentes penales. El sería el quinto bandido que necesitaban. Su resignación era asombrosa. Besó a sus familiares, dejó que le encadenaran sin protestar; y se lo llevaron. Le esperaba la reclusión incomunicado en las férreas entrañas de Poggio Reale. Luego, el lento y prolongado deterioro físico y mental en la isla de Prócida, de donde apenas se conocía nada más que leyendas espeluznantes. Si alguna vez regresaba a su pueblo, sus hijos se habrían marchado y su mujer sería una anciana. Hubiera sido mejor y mucho más humano que los hubieran matado a los cinco disparándoles “cuando intentaban escapar”.

Norman Lewis.  Nápoles,1944.



cerdeña

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[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=3T-um32kE1c[/youtube]

Retomé una libreta a medio terminar nueve años después. Aquí arriba dejo la libreta que comencé a dibujar en agosto de 1999 y terminé la semana pasada, el martes de carnaval. Esto es aprovechar material.



bosa/12

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[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=Haof0xAYA_o[/youtube]

Esta es la última libreta Moleskine que me quedaba en blanco del lote de 5 que me regalaron. Espero haberles dado buen uso.



Esta de aquí arriba es la única acuarela grande que pude hacer en todo el viaje. Fui demasiado optimista a la hora de echar papel a la mochila.



bosa/10

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Bosa es un pueblo realmente bonito. Lo de más arriba son alguno de los dibujos que hice entre lluvia y lluvia (y vinos y vinos, que de todo hubo). Aquí os dejo algunas fotos.



He subido aquí alguna de las fotos que hice en el muy soez Carnaval de Bosa. Creo que se explican solas.



Recién llegado del fantástico y extrañísimo Carnaval de Bosa. El martes me pareció estar en una de las pinturas negras de Goya. Esta doble página de aquí arriba prometí subirla a mis amigas Daniela y Fátima, que estaban sentadas en una fuente viendo pasar la vida.



bosa/7

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Palabros logudoreses parecidos al castellano: cunbidar, arrimarsi, paperi, codare, mesa, falda, lástima, avvardente, valente, zurra, orinale, nadar, manta, intender, cumprender, verano, sarruinar, ventana, cállate, aposento, cofaina.

Esta casa de aquí arriba es la más bonita de las tres que están en la orilla de allá de la desembocadura del Río Temo.



“Le donne di Bosa prima scopano e poi si sposano”. Refrán local de difícil comprobación.



bosa/5

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“Bosa fiagosa”, dice un refrán inventado por los del pueblo de al lado a cuenta de las curtidurías que antaño daban a Bosa una particular peste.



-Sai come fanno a Bosa?

-Cuando piove lasciano piovere

¿Son indolentes los sardos? ¿resignados?



“Chi dorme non piglia pesci”. Gracias, Simo.



bosa/2

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¡Oh Bosa, escucha el lamento de Geremía!



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