bloc

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Hay que ir haciendo sitio en las estanterías a BLOC, una revista necesaria en el mundo de la literatura infantil y juvenil. En el número 0 incluyen material de/sobre Marina Colasanti, Pablo Auladell, Michel Tournier, Manuel Estrada, Asun Balzola y Jutta Bauer, entre otros.

Como astuta maniobra para escapar del poder de las distribuidoras, BLOC se vende exclusivamente por suscripción. Podéis hacerlo fácilmente en su sitio web .

Bienvenidos, amigos, y que sea para muchos años.



aparejadores

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Acaba de llegarme a casa un sobre con ejemplares de un atípico libro reciente que he ilustrado para la Editorial SM y que no se pondrá a la venta porque va destinado a los hijos de los miembros del Colegio de Aparejadores. Cuenta la historia del edificio donde tienen su sede, que abrirá de nuevo después de unas espero que bien llevadas obras.




Paso estos días leyendo los tebeos que leía mi padre cuando era pequeño. La portada de arriba es del hoy olvidado Jesús Blasco. La ilustración de abajo, de Puigmiquel, recientemente rescatado (en un tomo de precio prohibitivo)



catch22

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Estas navidades me voy a releer el fantástico Catch22 de Joseph Heller.

—Hablemos de Orr… ¿Está loco?
—Claro.
—¿Puedes darle de baja?
—Naturalmente que puedo. Pero ha de ser él quien me lo pida. Esto forma parte de la regla.
—Entonces, ¿por qué no te pide que le des de baja?
—Porque está loco. Tiene que estarlo de remate, para sufrido. Claro que le puedo dar de baja; pero tiene que ser él quien me lo pida.
—¿Eso es todo lo que tiene que hacer para que le des de baja?
—Eso es todo. Dile que me lo pida.
—¿Y le darás de baja?
—No. No podré darle de baja.
—¿Quieres decir que hay trampa?
—Naturalmente. Hecha la ley, hecha la trampa. Y aqui la trampa es el articulo 22: Todo el que quiere rehuir sus deberes de combatiente está perfectamente cuerdo. Era una trampa muy ingeniosa el articulo 22. Sentaba como argumento básico que la ansiedad y la inquietud experimentadas por un ser humano ante un peligro real e inmediato eran el proceso lógico de una mente racional. Orr estaba loco y podía dársele de baja. Todo lo que tenía que hacer era solicitarlo, pero, al hacerlo, dejaba de estar loco, y, por consiguiente, estaba en condiciones de emprender una nueva misión. Orr demostraba su locura volando, y no volando, su cordura. Pero desde el momento que estaba cuerdo, tenía que seguir volando. Yossarian se sintió hondamente perturbado, y dejó escapar un silbido de admiración.
—Una trampa muy bien armada—dijo Yossarian—, la del articulo 22.
—Puedes decirlo—convino el doctor Daneeka.



umbrete

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Dibujo de Carmen Montoto Quesada


Dibujo de Isabel


Dibujo de Rocío


Dibujo de Manoli


Dibujo de Alejandro


Dibujo de Nuria Martinez Trigo


Dibujo de Jose María

Los alumnos de 4ºB del Colegio “Ruperto Escobar” de Umbrete, Sevilla, me han hecho un bonito regalo de Navidad: unos dibujos inspirados en los que yo hice para el libro “El libro invisible” de Santiago García Clairac, publicado por SM en su colección “El barco de vapor”. Aquí arriba están los dibujos que me han enviado. Gracias a todos, chavales, y a seguir dibujando y leyendo.



malaparte

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—Nápoles — le decía yo — es la ciudad más misteriosa de Europa, es la única ciudad del mundo antiguo que no ha perecido como Ilion, como Nínive, como Babilonia. Es la única ciudad del mundo que no se ha sumergido en el cruel naufragio de la civilización .antigua. Nápóles es una Pompeya que no ha sido nunca sepultada. No es una ciudad, es un mundo. El mundo antiguo, precristiano, conservado intacto en la superficie de un mundo moderno. No podíais escoger un sitio más peligroso que Nápoles para desembarcar en Europa. Vuestros carros blindados corren el peligro de hundirse en el cieno negro de la antigüedad como en unas arenas movedizas. Si hubieseis desembarcado en Bélgica, en Holanda, en Dinamarca o en la misma Francia, vuestro espíritu científico, vuestra técnica, vuestra inmensa riqueza de medios materiales, os habría dado la victoria, no sólo sobre el ejército alemán, sino sobre el- mismo espíritu europeo, sobre esa otra Europa de la cual Nápoles es la misteriosa imagen, el desnudo espectro.

“Pero aquí, en Nápoles, vuestros carros blindados, vuestros cañones, vuestros automóviles, hacen sonreír. Chatarra. ¿Recuerdas, Jack, las palabras de aquel napolitano que el día de vuestra entrada en Nápoles vio pasar por Vía Toledo vuestra interminable columna de carros blindados? Che bella ruggine!, exclamó. ¡Cuánta chatarra! Vuestra humanidad americana particular, aquí se revela descubierta, indefensa, peligrosamente vulnerable. No sois más que unos grandes chiquillos, Jack. No podéis comprender a Nápoles, no lo comprenderéis nunca”.

Curzio Malaparte. La piel



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